Reconocer, movilizarse y contemplar en la acción
La historia ya resuena en los hogares, tradición a tradición. Aquel día, desde oriente llegaron al pesebre tres reyes. Supieron leer en las estrellas el nacimiento de un nuevo rey, fueron al lugar, a postrarse y a dar sus dones. Su realeza no fue un condicionante para no reconocer que quien se encontraba entres los animales, en condición de pobreza y fragilidad debía ser adorado.
Te propongo una reflexión que nace en el evangelio pero necesita crecer en la vida comunitaria, social y solidaria de quienes viven con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.