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La trágica muerte del gobernador
electo Carlos Soria nos sumergió a los rionegrinos a presenciar un gobierno “re-partido”.
Por un lado, nos encontramos con el gobierno dividido entre pichetistas y
albertistas, por otro lado, el poder de Weretilneck se ejerce con el apoyo de
Peralta y la “bendición” de Pichetto.
En este artículo me propongo dar algunas
ideas sobre los elementos concretos de la partición del gobierno y por otra
parte intentaré explicar cuáles son, según mi opinión, las prioridades para lo que resta de gestión.
De la crisis a la
incertidumbre
El gobernador
Alberto Weretilneck tiene serios problemas para imprimir su impronta en la
gestión. Recordemos al principio de la gestión los problemas ocurridos con elbloque de legisladores oficialista que se retiró del recinto de la Legislatura
para desaprobar la ampliación de Superior Tribunal de Justicia. Recuerdo al
lector que la ampliación fue acordada con Pichetto y luego tuvo el debate y
aprobación del proyecto en la Legislatura rionegrina en Mayo del 2013.
Por otra
parte, el gobernador no ha podido lograr que la provincia se auto-abastezca. Las
práctica de los gobiernos precedentes en materia de créditos, inseguridad a la
hora de pagar aguinaldos y sueldos, auto-administración de “megas” sueldos, persisten
bajo el gobierno “peronista” (definido así en el primer discurso como
gobernador de Weretilneck).
Señales de
continuidad con los gobiernos precedentes las podemos encontrar en el mal
funcionamiento del tren patagónico, problemas estructurales en el sistema
público de salud, fugas de las cárceles, etc. En este punto cabe preguntarse
¿Cuándo comienza el cambio tan profesado desde las campañas electorales?
La crisis interna
se acentúa en un debate estructural del Frente para la Victoria. Sectores del
peronismo tradicional, alineados al gobierno de Cristina Kirchner han
manifestado públicamente el desencanto de la actual gestión. Tal es el caso de Oscar
Rodriguez. Debemos añadir que el propio senador
Miguel Pichetto comenzó a manifestar su desencanto por el gobierno de Cristina
Kirchner.
independencia rionegrina
No
pretendo construirme como el observador desamparado y sin esperanzas. Sólo me
detengo en subrayar aspectos que podrían solventar el gobierno. En primer lugar
debemos pensar que las riquezas de la provincia son grandilocuentes. Riqueza
propia de la tierra en cuanto a la posibilidad de producir materia prima.
Riqueza referida a la belleza natural de los paisajes y también riqueza
tecnológica y del saber.
El
gobierno hoy se encuentra encerrado en su propio discurso abalando al
Kirchnerismo. La independencia de estas ataduras no será solo con una propuesta
distinta para el 2015. La independencia provincial será tal si se logra
gestionar y autoabastecer a la ciudadanía, sin necesidad de recurrir a préstamo
para pagar sueldos y aguinaldos.
Como
ciudadanos que nos comprometemos con la vida democrática creo que estamos
cansados de ver los mismos acuerdos con “chacareros”. Vemos repetidas veces,
cada año, los mismos problemas estructurales. Se necesita de nación para lograr
un acuerdo. Se entregan casas, el gobierno provincial pone su cartel, su
propaganda, como si fuera logra de la gestión, pero en realidad se trata de una
buena voluntad de la Nación que otorga tantas viviendas a la provincia. Claro,
con el pago certero de los ciudadanos.
Esperemos
ver estos últimos meses de gestión mayor claridad y contundencia.
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